lunes, 22 de noviembre de 2010

Excusas de los fumadores.

Soy joven y no me siento mal


Nunca es demasiado pronto para dejar de fumar. Si somos jóvenes y no estamos enfermos, mejoraremos el funcionamiento de nuestro corazón y pulmones y por consiguiente nuestro rendimiento, alejando el riesgo de padecer cualquier enfermedad relacionada con el tabaquismo. En consecuencia, respiraremos mejor, nos fatigaremos menos y rendiremos mejor ante cualquier esfuerzo.



Dejarlo nos aportará sensaciones placenteras: mejor olfato, mayor disfrute de los sabores de las comidas, evitar un mal olor en la ropa y sobre todo estar satisfecho con uno mismo.



Soy demasiado viejo, el daño ya está hecho



El riesgo de enfermar disminuye en el momento en que lo dejas. Incluso personas en la octava década de su vida pueden beneficiarse de una larga vida. Nunca se es demasiado viejo.



No soportaría el estrés



Ello es porque su organismo se ha acostumbrado a la nicotina. Por ello, es natural que se sienta más relajado cuando consigue la nicotina de la que depende. Pero no existe evidencia alguna de que fumar ayuda a controlar el estrés. La nicotina es un estimulante que aumenta la frecuencia cardiaca y estimula el cerebro.



Si tus niveles de nicotina descienden, empiezas a sentirse nervioso debido a los síntomas de abstinencia. Fumar para aliviar los síntomas de abstinencia, te hará sentirte menos estresado, pero este estrés no es el mismo que el ansia por la nicotina. Si te sientes estresado, intente ayudarse con técnicas de relajación, en vez de con el tabaco.



Además, pasadas unas semanas sin fumar, muchos fumadores se sienten menos nerviosos y aprenden a relajarse sin fumar. Se dan cuenta entonces de que son capaces de un mayor autocontrol.



Ahora no es un buen momento



Existen momentos mejores que otros. Lo mejor es dejarlo cuando no estés atravesando una época particularmente estresante, pero no emplees esto como una continua excusa para seguir aplazándolo.



Si te sientes realmente estresado, procura solucionar esta situación antes de dejar de fumar. Hazlo lo antes posible, que es muy fácil encontrar excusas para no hacerlo nunca, y cuanto más tiempo siga fumando.



Mi abuelo fumó hasta los 90



Naturalmente existen casos como ése, pero la probabilidad de que esto ocurra no es muy alta. Es la excepción que confirma la regla. Y una anécdota. La dura realidad es que la mitad de todos los fumadores muere por sus hábitos, y muchos otros sufrirán enfermedades crónicas a largo plazo.



Está científicamente constatado que el tabaco acorta la esperanza de vida de los fumadores en 8-10 años, provocándoles además una mala calidad de vida desde su juventud por las importantes enfermedades que se presentan (bronquitis, infarto de miocardio, ulcus, cánceres, etc.).



Hay muchas otras cosas que pueden matarte



Es un mito pensar que fumar mata rápidamente. Las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco provocan años de sufrimiento, dolor e invalidez. Y no se trata de "unos años": quienes fuman pierden una media de una década de vida.



No tengo fuerza de voluntad



La mayoría de los ex-fumadores intentaron dejarlo y fracasaron, pero siguieron intentándolo y finalmente lograron el éxito. Hay quien lo consigue a la primera, pero la mayoría tiene que intentarlo varias veces. Como promedio se necesitan de tres a cuatro intentos para dejar de fumar de forma permanente.



Por tanto, no considere un fallo como un fracaso, sino un escalón en el trayecto hacia la meta final. De hecho, para algunos puede ser difícil pero para el resto es más difícil de lo que piensan. Cada día hay más gente que deja de fumar.



Tienes que conseguir fuerza de voluntad de forma gradual. Céntrate en la meta y recuerda los momentos en los que conseguiste las cosas que te habías propuesto. Piensa en lo que se siente cuando se toma una decisión y se alcanza el éxito.



Además, si no lo intenta, nunca lo sabrá. Recuerde que puede conseguirlo si se lo propone, aunque no sea a la primera (sólo uno de cada 4 lo logra en su primera tentativa).



No sabría controlarme las ganas de fumar



No, no lo es para la mayoría, pero los estudios realizados entre los ex-fumadores, se observa que les fue más fácil de lo que esperaban. Diez millones de personas lo han dejado en los 15 últimos años. Repara en todas las razones por las que quieres dejar de fumar: su salud, su condición física, su aspecto, el ahorro, los efectos sobre sus familiares y amigos.



Recuerde que para controlarse y lograrlo ha de tener en cuenta que: la ansiedad constituye una parte normal de la abstinencia. Puede aliviar la ansiedad de muy diversas maneras (masticando chicle, respirando lenta y profundamente, dándose un masaje en las sienes y la nuca, comiendo fruta, bebiendo abundante agua). Y no olvide que la mayoría de las veces la ansiedad dura sólo unos pocos minutos y remite.



No quiero engordar



Muchas personas que dejan de fumar no aumentan en absoluto de peso y en las que esto ocurre, el promedio es menos de 2 kg. El riesgo para la salud de 2 kilogramos extra es mucho menor que el riesgo de fumar. Si estás preocupado por aumentar de peso, vigila tu dieta, evita los alimentos grasos y azucarados (tu sentido del gusto mejorará al dejar de fumar, los alimentos te empezarán a saber más dulces). Si tienes hambre, coma fruta, apio, zanahoria cruda, etc.



El tabaco me estimula a estar activo



La dificultad de concentración puede ser un síntoma inicial del síndrome de abstinencia, pero dura pocos días. Se pueden encontrar otros estímulos alternativos al tabaco. Justamente lo demostrado es lo contrario: la disminución del rendimiento laboral en los fumadores. Los fumadores sienten la necesidad del tabaco para realizar algunas actividades determinadas.



Pero no hay motivo alguno para no poder hacer lo mismo sin fumar. Más aún, muchas actividades, sobre todo las que implican física, son más fáciles de realizar sin los niveles altos de carboxihemoglobina asociados al tabaco (más de 20% respecto al 1% en los no fumadores).



El tabaco me relaja



Sí. Lo que la gente percibe o espera del tabaco como posibles beneficios no son tales beneficios, son meras ilusiones.

Aunque se sienta mejor cuando fuma, eso es debido básicamente a que depende de la nicotina. Tras fumar el último cigarro, el nivel de nicotina desciende y aparece el síndrome de abstinencia. Empieza a sentirse tenso.

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